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Hábitos saludables para emprender

Buenos hábitos para emprender

Transitamos una época en la que la globalización, los avances tecnológicos y las transformaciones sociales han provocado una serie de cambios en todos los ámbitos de la vida cotidiana, siendo el sector laboral uno de los ejemplos de mayor notoriedad. Cada vez son más los emprendedores freelance que optan por una modalidad de trabajo caracterizada por la flexibilidad. Los profesionales independientes han desarrollado un nuevo modo de acceder al mercado económico, aprovechando las ventajas de un sistema que se distingue por priorizar la libertad de acción y decisión. Las conveniencias del trabajo autónomo son numerosas, aunque exigen, como contrapartida, ciertas habilidades específicas, tales como autodisciplina, organización y capacidad para gestionar las propias oportunidades laborales.

El cuentapropista escoge cuándo, cómo y a quién ofrecer sus servicios, desarrolla su actividad desde casa y en los horarios que él mismo dispone y ahorra tiempo y dinero que debería invertir en desplazamientos. Estos son, a grandes rasgos, algunos de los beneficios con que cuentan los autónomos. Sin embargo, también existen desventajas, como la de carecer de prerrogativas laborales, tales como seguro médico, y la de verse obligados a manejar contratos y cuestiones legales por sí mismos. Quizá el aspecto más difícil de abordar para el emprendedor freelance sea el relativo a los hábitos de diversa índole que debe poner práctica diariamente a fin de lograr un trabajo eficiente, redituable y sostenido en el tiempo. A continuación, ofrecemos algunos consejos de gran utilidad para aprovechar al máximo los beneficios del trabajo autónomo.

Establecer horarios de trabajo

Una regla de oro para el emprendedor independiente. Determinar una rutina laboral con horarios fijos facilita la organización y ayuda a evitar distracciones y pérdidas de tiempo. Cuando la disponibilidad es demasiado flexible, suele ocurrir que las horas terminan diluyéndose sin haber logrado avanzar en la tarea. Si se establece un programa diario y se respeta a rajatabla, se garantizan la productividad, las ganancias y el progreso.

Practicar deporte

Por lo general, los emprendedores cuentapropistas transcurren lapsos muy prolongados frente al ordenador o dedicados a tareas pasivas en las que el movimiento corporal es escaso o nulo. Una excelente medida es dedicar algunos minutos diarios a la práctica de deporte o actividad física. Esta rutina no solo contribuirá a mantenerse saludable y en forma, sino que, además, brindará resultados anímicos y emocionales muy satisfactorios. El interrumpir la tarea cada determinada cantidad de horas para realizar ejercicios de estiramiento o breves caminatas, es también de gran ayuda.

Determinar objetivos

Así como resulta necesario cumplir con un horario diario, es igualmente importante organizar una agenda laboral que contemple los objetivos diseñados para el corto, mediano y largo plazo. Estos propósitos han de ser realistas y adecuados al contexto de cada emprendedor. Dependerán del tipo de labor que desarrolle, de la experiencia adquirida en el sector y de las características del proyecto abordado, pudiéndose ajustar a medida que se vayan consiguiendo avances. La meta primordial siempre habrá de ser honrar en tiempo y forma los compromisos laborales asumidos. La responsabilidad y la eficiencia son las principales herramientas con las que cuenta el trabajador independiente para labrar su camino al éxito.

Respetar las horas de descanso

Nadie puede ni debe consagrar su vida exclusivamente al trabajo. En el caso de los freelancers, la tentación de excederse en la labor más de lo aconsejable es muy frecuente, puesto que, por un lado, no existen límites horarios formales y, por otra parte, suele ocurrir que se presenten períodos muy activos que se desean aprovechar al máximo para contrarrestar otros de menor productividad. Sin embargo, es fundamental respetar las horas de descanso y de sueño no solo para cuidar la salud, sino también para mejorar la capacidad de rendimiento laboral.

Como podemos apreciar, la columna vertebral de la labor independiente está representada por una férrea autodisciplina y por el fomento de hábitos de conducta beneficiosos. Perseverar, innovar y considerar la posibilidad de acceder a un espacio de cotrabajo, como modo de evitar el aislamiento y promover el intercambio de experiencias con colegas, son también valiosos consejos para llevar a la práctica.