Las start ups son esos negocios de base tecnológica que aprovechan aplicaciones y rutinas web para dar cobertura a oportunidades de negocios que ellas mismas han detectado. Son proyectos rabiosamente emprendedores, muy emergentes, iniciativas osadas, desafiantes con las normas de consumo o las de producción establecidas y reconocidas por el mercado. Su baza es hacer más con menos o con casi nada.
Por ejemplo, con el marketing online, sobre la base de estrategias de comunicación muy ajustadas en costes con las que intentar dar a conocer sus ofertas de cambio. Veamos, en esa línea, cuatro claves con las que vestir un marketing para start ups que quieren invertir lo justo en promoción pero por nada del mundo renunciar a la comunicación más efectiva posible:
Índice
Social media para comunicar los beneficios de un producto. Ningún producto o servicio se vende si el usuario o cliente no detecta claramente un beneficio intrínseco en él. Las redes sociales son un aliado perfecto para esta estrategia de comunicación cercana. Fotos, textos, vídeos, infografías o registros sonoros son diferentes fórmulas con las que se puede hacer llegar una oferta de consumo que haga entender al potencial cliente lo que pierde si no se hace con lo que vendemos.
Medios publicitarios comunes.
El producto también es el canal publicitario. Internet, una promo en la radio, un vídeo viral o una perfomance bien preparada pueden ser vehículos con los que hacer llegar el mensaje de manera natural y coherente a los sentidos del cliente. Cada vez resulta más claro que los consumidores identifican diferentes puestas en escena, estilos publicitarios o canales de comercialización con determinados productos.
Las start ups, por definición, defienden proyectos basados en aplicaciones y canales tecnológicos, pero tal vez sus clientes no sean receptivos al otro lado de esas rutas de comercialización simplemente porque no entiendan que pueden aplicarse de una manera diferente a las que ya se conocen. En ese caso no habrá nadie al otro lado.
Un caso concreto, demasiado obvio, pero fácil de entender. Nuevas aplicaciones médicas basadas en la telefonía móvil. Los usuarios potenciales de esos recursos no están en los perfiles de los portales de descargas de aplicaciones populares, sino en los congresos médicos, en las universidades, en los hospitales y en los colegios de Medicina.
Ser tecnológicos, contar con un medio basado en la tecnología no debe hacernos caer en el error de libro de mover los nuevos recursos sólo en su campo de acción. Las mejores innovaciones tienen ese inconveniente. A los potenciales clientes hay que educarlos cuando las novedades no se entienden automáticamente como ventajas.
Contactos.
Escuchar, escuchar y escuchar. Tener una muy buena idea, dominar un medio, controlar una funcionalidad aplicada puede llevarnos a centrarnos en exclusiva en lo que hemos hecho y queremos lograr para nuestra oportunidad de negocio. Si dejamos de escuchar lo que dicen los que empiezan a conocer nuestro proyecto estaremos fabricando un autismo profesional que no nos ayudará en nada a desarrollar las ideas innovadoras. Apuntémonos a escuchar, ¿de qué manera?. Creando reuniones profesionales físicas o en línea (webinars) con consumidores potenciales para testar lo que ofrecemos, hagamos por proporcionar experiencias de consumo que se perciban como excelencias, ya sabe, pases especiales y demás. Escuchemos todo lo que podamos. No tenemos la última opinión, pero sí la última palabra sobre nuestro negocio, dejemos que nos las alimenten otros con ideas y sentidos alternativos que nos den más capacidad de análisis, opciones para acceder a entrar en contacto con perspectivas diferentes.
Blogs para desarrollar una voz editorial única.
Los clientes deben percibir cual es el sentido que se le quiere dar al proyecto a la primera, no valen ni interpretaciones, ni inconcreciones, ni apelaciones a, el potencial cliente debe entender en todo momento qué se le ofrece y qué valor tiene (no precio) y qué aplicación puede tener para él.
Para conseguir ser claros y directos, hay que trazar una línea de comunicación editorial que aleje las ambigüedades, que sea coherente y que ofrezca respuestas. Una herramienta inestimable en este sentido es el uso del marketing con blogs y el marketing con vídeos.
Ambos pueden incluso ser complementarios el uno del otro o constituirse en una misma funcionalidad como vídeoblog o un blog armado con vídeos. Con el blog podemos hacer un relato de lo que somos y ofrecemos, un relato ordenado y explicito de lo que aporta la start up. Con el blog o el vídeoblog se puede ofrecer imágenes vivas que refuercen el valor del producto o del servicio. Experiencias.
Estas maneras de llegar, estos estilos de comunicar son solo el principio. Lo demás, una aventura, el placer de descubrir para gentes que llevan en su ADN la marca de la innovación. Los emprendedores.